La verdad es que este embarazo está siendo muy diferente al de Martina. No tengo mucho tiempo para concentrarme en mi misma, ella a pesar de portarse bastante bien, y ser muy independiente, me ocupa todo el tiempo. Ahora está, para mí, más graciosa que nunca. Empieza a construir sus primeras frases y habla un montón. Hoy por ejemplo, mientras yo limpiaba su trona, me ha dicho: "Mamá que hases", yo le digo en valenciano, que es como le hablo: "Estic netejant-la que està bruta" y me contesta: "¡pos limpia mamá, limpia!". También empieza a preguntar frecuentemente:"¿qué es eso?", el otro día me lo dijo, concretamente, señalándose una diminuta peca de su brazo. A mi, normal en una mamá, casi todo lo que hace me parece gracioso y se me cae la baba con ella. Pero estos recién estrenados dos años también tienen su parte mala. Cada vez me cuesta más vestirla como yo quiera o darle de comer lo que me de la gana. "No ma gusta" es una de sus frases favoritas. Tiene muy claro qué dibujos o qué cuento quiere, qué zapatitos son los que se va a poner o qué le apetece para comer. Esto último es lo que peor llevo, porque ella siempre ha comido de todo, y ahora sólo pide chuches (chocolate, galletas, gusanitos...) y no puede ser. La leche y los yogures los toma bien, pero el resto fatal y se intenta provocar el vómito. Me cuesta mandarla a la cama sin nada en la barriga y eso que ella esta genial de peso y estatura, pues supera el percentil máximo para su edad...pero como siga así va a perder su graciosa barriguita. En fin, esperemos que sólo se deba a la famosa "crisis de los dos años" y se le pase cuanto antes.
